martes, abril 17, 2007

ME PERMITO EL LUJO

Me permito el lujo de decírtelo porque creo que de veras te lo mereces. No hace falta que me des las gracias, me sale solo...
Me permito el lujo de no saludarte porque odio el timbre de tu voz cuando me contestas.
Me permito el lujo de no sujetar la puerta para que pases, creo que con esa nariz no vas a ninguna parte. Demasiadas mentiras no alimentan solo al espíritu.
Me permito el lujo de no mirarte, no olerte, no tocarte ni escucharte porque me he vuelto de papel couché y cualquier sentido se me puede desbordar sin quererlo.
Me permito el lujo de decirte que la vida es muy larga, o muy corta, depende de cuando empieces a caminar.
Me permito el lujo de no quererte porque te aprecio y se que sería llenar tu cuerpo de cosas inservibles.
Me permito el lujo de no tenerte en mi vida, más que nada porque no me gustan los zapatos que me regalaste, me hacen tropezar y me quedan pequeños.
Me permito el lujo, espero no te incomode...

jueves, abril 12, 2007

MI VIDA SIN MI (II)

Ya casi hace un año que escribí la primera versión de este post...
Y sigo igual, ya me hago a la idea de que escribiré al menos uno al año durante toda mi vida, mi vida sin mi.
Sigo en mi vida sin mi, mi trabajo sin mi, mis trayectos en metro sin mi, sigo siendo la asistente, la niña los marrones, la que llama para disculparse cuando la ofenden.
Mi vida sin mi, mis viajes sin mi, mis sueños sin mi...
Soy la que siempre vuelve a casa cuando el ascensor se ha estropeado, la que espera la fila más larga en el supermercado, disimulando el cabreo porque la señora que está pagando nos está contado una vida, la suya...
Soy la que no ha terminado aún de aprender el invierno de Vivaldi, la que no quiere ir, pero va, la que no quiere escuchar, pero escucha, la que recuerda todos los nombres menos el suyo.
Y una vez más... mi vida sin mi, sin mi cuerpo, sin mi alma, soy la de otro y la de otra y estoy viva y soy consciente de todo ello...

lunes, abril 09, 2007

A veces la tristeza se cuela por mis poros...
por mucho que me abrigue no consigo impedir que entre. La noto cuando atraviesa mi piel, la eriza y la siento nadar por mis venas.
Ya se que debería cerrar mejor las ventanas...
A veces se detiene, expectante, para ver si la escucho, hace temblar mis dedos a su antojo, se pasea sin vigía por mis piernas, se sienta en mis rodillas como un niño travieso, al galope...
A veces sube hasta mis ojos y solo cuando eso pasa consigo echarla de mi casa, pero es díficil engañarla, es lista, sabe que aquí nunca se morirá de hambre.
Ya he llamado a la policía para denunciarla, solo me dicen que me busque un buen abogado, que estos juicios son complicados, las pruebas se sostienen con hilos de seda... cada vez creo menos en la Justicia!